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lunes, 19 de septiembre de 2011

Envejecer es inevitable, madurar es opcional.

"Madurar es traicionarse a uno mismo"

 
Madurar es darse cuenta de que los finales felices son cuentos sin acabar. Que el príncipe azul no te besará al final de la fiesta y que tu hada madrina no aparecerá para ayudarte. Madurar es dejar de reír y empezar a llorar. Asumir que no habrá más “pinta y colorea” en la vida, y que el peso que llevamos en nuestros hombros será mayor que el de nuestras mochilas. Madurar es asumir que nunca seremos astronautas y que no iremos a la luna. Y aceptar que la vida es una lucha diaria. 
Sabes que empiezas a madurar cuando dejas de preguntarte de donde viniste y te niegas a decir dónde vas.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Ahogarse en tierra firme



No me rendí tan fácilmente. Nadé. Nadé hasta que no pude más. Me resistí a la salida fácil y elegí luchar, nadar, mantenerme a flote. Pero luego pensé si valía la pena, si no era mejor desaparecer, como si nunca hubiera existido, como si nada hubiera pasado. Moví los brazos y pataleé con las piernas una última vez, y luego me hundí. Bajo del agua las preocupaciones no eran tan importantes, los problemas no eran tan graves y mi consciencia estaba más limpia. Todo lo que algún día fui desapareció dejando paso a la nada, al vacio. El mismo que yo dejé al rendirme.